Nace en Anenecuilco, Morelos.
Su padres son campesinos y
desde muy chico conoce la problemática del campo. Antes de que se
iniciara el movimiento revolucionario, Emiliano Zapata ya luchaba por
las injusticias en el campo y el reparto agrario.
En 1908 se incorpora al
ejército en el regimiento de Cuernavaca y para el año siguiente es
electo jefe agrario de su pueblo; en esa época contacta a Ricardo Flores
Magón, ideólogo de la Revolución.
Cuando inicia el movimiento maderista, en 1911
se incorpora, con otros 72 campesinos, a la lucha armada bajo las
órdenes de Pablo Torres Burgos y otros 72 campesinos. Pronto aumenta el
número de simpatizantes hasta llegar a formar un pequeño ejército que
pelea en el sur del país para buscar una reforma agraria que acabara con
los grandes latifundios y permitiera un reparto justo de la tierra, su
lema era: "La tierra es para el que la trabaja".
Ya con Madero como presidente, Emiliano Zapata
entra a la ciudad de México. Madero promete nombrar nuevas autoridades
en Morelos, pero no cumple y los maderistas son violentamente
reprimidos. Zapata se rebela contra el gobierno y procede al reparto
agrario en las zonas donde ejercía su influencia.
En 1914 se alía con Francisco Villa, el jefe de
la División del Norte, y organizan la Convención de Aguascalientes, en
la que se desconoce a Venustiano Carranza como jefe de la Revolución y
nombran a Eulalio Gutiérrez como Presidente provisional. Zapata y Villa
entran en la ciudad de México, además de provocar un gran desorden,
ninguno de ellos tiene un plan de gobierno bien definido, por lo que las
fuerzas constitucionalistas logran el triunfo.
Venustiano Carranza gana las elecciones de 1917
y se dispone a terminar con el zapatismo. Emiliano es perseguido
incansablemente y sale bien librado de muchas emboscadas, hasta que le
preparan una trampa y en 1919 muere asesinado en la hacienda La
Chinameca.